Incorporaba las mejores caracterísiticas del cancelado Medium Mk III, pero era más ligero para poder ser propulsado por un motor de gasolina comercial.
El mecanismo era de la Nash & Thompson, siendo similar al que se estaba instalando en el bombardero Vickers Wellington.
Al igual que el armamento de la torreta, que consisistía en un cañón QF de 2 libras y una ametralladora Vickers coaxial, a cada lado del compartimiento del conductor se encontraba una pequeña torreta con una ametralladora Vickers.
El A9E1 fue probado ante otros modelos y, a pesar de que tenía deficiencias en ciertas áreas, entró en servicio en 1937 como un tanque provisional hasta que pudiese suministrarse un tanque de crucero con suspensión Christie.
El cañón de 40 mm era letal contra los primeros tanques italianos enfrentados durante la campaña norteafricana y podía enfrentarse a los primeros Panzer II y Panzer III de Erwin Rommel.
Fue efectivo hasta que los alemanes trajeron el Panzer IVE con blindaje más grueso al desierto en la primavera de 1941.
Sin embargo, su delgado blindaje hizo al Mk I A9 muy vulnerable ante la mayoría de armas antitanque del Eje.