Retrocarga

Desde hacia mucho tiempo se había experimentado con piezas de retrocarga que no pudieron prosperar.

El piamontés Cavalli, por ejemplo, propuso un cierre de cuña, y otros muchos inventos .

El más antiguo cierre que se utilizó fue el del sueco Wahrendorff, que ideó un cierre de émbolo y cerrojo transversal hacia 1840, sistema que se adoptó en Prusia, Austria, Francia y Bélgica para las piezas de sitio y plaza.

El cierre es un disco con eje de rotación paralelo al longitudinal del cañón y rosca continua que se atornilla en el tubo del cañón.

Un pistón es introducido al cañón y es trabado con un cerrojo perpendicular que pasa a través de orificios hechos en el cañón y en el pistón.

Alimentación de un cañón de retrocarga