[1] La cronobiología estudia la organización temporal de los seres vivos, sus alteraciones y los mecanismos implicados en su regulación.
[2][3] Desde ahí el reloj biológico envía una señal “de tiempo” que llega a todas las células del organismo.
Anotaciones en la antigüedad acerca de los ritmos en los seres vivos son escasas aunque sí que las hay.
Esta fue la primera evidencia de lo que hoy en día se conocen como ritmos en curso libre.
De la misma manera, Charles Darwin junto con su hijo Francis publicaron un libro titulado El poder del movimiento en plantas[18] donde sugerían que el movimiento de las hojas en algunas plantas era inherente a ellas y se originaba siguiendo algún propósito especial.
De esta manera, moviendo las hojas hacia posiciones verticales, tanto arriba como abajo, la planta se asegura que las hojas radien su calor entre ellas mismas, y pierdan ese calor como cuando presentan posiciones horizontales y radian hacia el cielo.
En ese momento, aparecieron unas cuantas abejas que, atraídas por la deliciosa mermelada, empezaron a sobrevolar la mesa.
Tanto le debieron molestar a la familia que, al día siguiente, decidieron tomarse el desayuno dentro de casa.
Después de reflexionar sobre ello y hacer unos cuantos experimentos, Forel concluyó que las abejas debían tener un mecanismo interno para medir el tiempo.
Propuso que las plantas deben tener ritmos circadianos en la sensibilidad a la luz y a la oscuridad, permitiéndoles así poder medir la duración de estas fases tanto en días largos como en días cortos, es decir, medir el fotoperiodo.
Otro gran descubrimiento fue dado por los biólogos Gustav Kramer y Klaus Hoffmann, quienes estaban muy interesados en la navegación de los pájaros migradores.
Finalmente, la Cronobiología, como disciplina científica, se considera que nació tras el congreso internacional celebrado en 1960 en Cold Spring Harbor, Nueva York.
Por ejemplo, concentraciones plasmáticas de determinadas hormonas y metabolitos, recuentos celulares, presión arterial, frecuencia cardíaca, reactividad bronquial, etc. Entre las enfermedades más estudiadas a nivel cronobiológico destacan el asma bronquial, las reacciones alérgicas, la hipertensión, el angor inestable, la gastritis, los trastornos psiquiátricos y los trastornos del sueño.