[26] Para el siglo I, las tres principales sectas judías tenían comprensiones diferentes de lo que significaba la «resurrección».Josefo, en el siglo I, da la siguiente generalización: «Los fariseos creen en la resurrección de los muertos, y los saduceos no».[46] Los saduceos, líderes religiosos políticamente poderosos, rechazaron la otra vida, los ángeles y los demonios, así como ley oral de los fariseos.Los fariseos, cuyos puntos de vista se convirtieron en el judaísmo rabínico, finalmente ganaron (o al menos sobrevivieron) este debate.Según estos textos, Jesús dice a los discípulos que «recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo» (Hechos 1:8), que «se predicase en su nombre (del Mesías) el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén» (Lucas 24:46-47) y que «[a] quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos» (Juan 20:12–23).En el Evangelio de Juan, María Magdalena encontró la tumba vacía e informó a Pedro.Por la noche, Jesús se apareció a los otros seguidores, seguido de otra aparición una semana después (Juan 20:1-29).En el Nuevo Testamento, los cuatro evangelios concluyen con una narrativa extensa del arresto de Jesús, su juicio, su crucifixión, su sepultura y su resurrección.[50] Después de su muerte por crucifixión, Jesús fue colocado en una tumba nueva que fue descubierta vacía en la madrugada del domingo.[58] Los tres sinópticos en repetidas ocasiones hablan de las mujeres junto con el verbo «ver», presentándolas claramente como testigos oculares.Cuando se apareció por primera vez a los discípulos en el Cenáculo, Tomás no estaba presente y no quiso creer hasta una aparición posterior, donde fue invitado a poner su dedo en los agujeros en las manos y el costado de Jesús (Juan 20:24-29).Los historiadores posteriores a la Ilustración trabajan con el naturalismo metodológico, lo que les impide establecer milagros como hechos históricos objetivos.[64] E. P. Sanders argumenta que un complot para fomentar la creencia en la resurrección probablemente habría resultado en una historia más consistente.9] Añade que si la resurrección pudiera demostrarse a través de la ciencia o la evidencia histórica, el evento perdería sus cualidades milagrosas.Wright señala que «No puede haber ninguna duda: Pablo es un firme creyente de la resurrección corporal.Según Habermas, si Pablo quería decir que íbamos a cambiar en un cuerpo espiritual, entonces habría utilizado el griego pneuma en lugar de sōma.Los fundamentalistas aceptan la historia, no como está escrita en los textos del Nuevo Testamento, sino reformada, transmitida e interpretada por la tradición de la Iglesia.Para explicar la exaltación de Jesús por sus seguidores tras su muerte, Bermejo recurre a la teoría de la disonancia cognitiva acuñada por el psicólogo social Leon Festinger en los años 50 y aplicada al estudio del cristianismo en las últimas décadas del siglo XX.[15][19] Pedro asumió inicialmente un papel de liderazgo en la primera ekklēsia (que formó después la base para la sucesión apostólica).[80][81] Los escritos del Nuevo Testamento sostienen que la resurrección fue «el comienzo de su vida exaltada»[3][n. 10] como Cristo (Mesías) y Señor.[86] Según Hurtado, las poderosas experiencias religiosas fueron un factor indispensable en el surgimiento de la devoción a Cristo.[87][n.La «sugerencia tentativa» de Ehrman es que solo unos pocos seguidores tuvieron visiones, incluidos Pedro, Pablo y María Magdalena.[97] Si bien el adopcionismo fue declarado herejía a fines del siglo II,[118][119] fue respetado por los ebionitas,[120] quienes consideraban a Jesús como el Mesías mientras rechazaban su divinidad y su nacimiento virginal,[121] e insistían en la necesidad de seguir la Ley y los ritos judíos.Este conocimiento es revelado por el Logos, «la mente misma del Dios supremo», quien entró al mundo en la persona de Jesús.Pablo se opuso a la noción de una resurrección puramente espiritual, como lo propagaron algunos cristianos en Corinto, que aborda en 1 Corintios.La tumba vacía y las apariciones posteriores a la resurrección nunca se coordinan directamente para formar un argumento combinado.La Pascua, la fiesta por excelencia que celebra la resurrección de Jesús, es claramente el festival cristiano más antiguo.En 1832, Joseph Smith y Sidney Rigdon escribieron un relato en el que ambos afirmaron haber visto a Jesucristo resucitado.«Para los gnósticos, cualquier resurrección de los muertos fue excluida desde el principio; la carne o sustancia estaba destinada a perecer.Sin embargo, el Toledot Yeshu no es considerado canónico o normativo dentro de la literatura rabínica.
Las mujeres en la tumba vacía
, por
Fra Angélico
, 1437–1446.
Dos «ángeles» (u «hombres con vestiduras deslumbrantes»), Cristo resucitado y una de las mujeres (el evangelio de Juan especifica que María Magdalena) son representados en
La mañana de la Resurrección
, de
Edward Burne-Jones
, 1882.