Esto es, una bandera blanca con una cruz roja del tipo Crux longa, la cual se conserva en la tradición cristiana desde la época de Constantino y se conservó en las representaciones del hecho incluso hasta el siglo XIX.
[1][3] Su cuerpo luce casi completo —a excepción del pie izquierdo— envuelto en un manto rosa que permite ver los estigmas de la crucifixión en manos, pies y el costado de una manera realista.
Toda la escena ocurre al amanecer, con una bruma ligera en donde hay peñas rocosas, y una golondrina volando.
[1] El soldado adormecido en el sepulcro a la izquierda tiene una ballesta y un tocado tipo alfareme, musulmán.
[1] Un tercer soldado a la derecha, detrás de Cristo, observa la escena.
En general la obra es un vínculo entre las tradiciones pictóricas medievales y las innovaciones estilísticas del primer Renacimiento.