Hizo sus primeros estudios en el Colegio de la Asunción que los jesuitas mantenían en Córdoba, donde más tarde profesaría.[1] Su llegada a Chile vendría dada por motivos evangelizadores y formativos.Los dominicos llegaron a Chile en 1552, trayendo consigo capital humano ilustrado desde Europa y sectores con presencia española más sustantiva como el Virreinato de Nueva España o el Virreinato del Perú.[6] Se contaría entre los dominicos horrorizados por los malos tratos a los que los indígenas americanos eran sometidos bajo la figura de los "servicios personales".No obstante, los historiadores han disputado sobre cuál es, realmente, la figura fundacional de la filosofía en Chile.