Chile, como escenario periférico del mundo occidental, se encontraba atravesando un momento de gran polarización política provocado por la Guerra Fría, un conflicto ideológico entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
En este escenario, las sociedades latinoamericanas se encontraban en una profunda coyuntura interna.
[2] Por otro lado, Estados Unidos intentaba consolidar a América Latina como un espacio de influencia sobre los territorios latinoamericanos.
Según el historiador Mario Góngora, la época previa a la dictadura -involucrando a la misma-, fue una época de planificaciones globales o propuestas gubernamentales para resolver los asuntos macroeconómicos (inflación y deuda externa) y las presiones políticas internas de la sociedad chilena.
Según la Sociedad de Naciones, Chile fue el país más afectado por la Gran Depresión.
A ello, se le sumaron las sociedades financieras Compañía General, Cash, Capitales y del Sur, que también fueron intervenidas.
Bajo otra perspectiva histórica, los historiadores materialistas (corriente histórica del marxismo) Gabriel Salazar y Julio Pinto han replicado que este tipo de crisis son debilidades inherentes a lo que ellos denominan el "modelo neoliberal".