Crisis de la sucesión de Juliers-Cléveris

La crisis de Juliers-Cléveris fue un conflicto entre estados alemanes del Sacro Imperio Romano Germánico, la cual también contó con limitada intervención internacional de naciones vecinas al Imperio, y se desarrolló entre 1609 y 1614.Aunque la Unión era en ese momento una institución con objetivos limitados y solamente fuerte en el sur del Imperio, alarmó lo suficiente a los católicos para que catorce meses después crearan su propia organización, la Liga Católica, con Maximiliano de Baviera como figura central.[5]​ El duque Juan Guillermo de Cléveris había gobernado el territorio desde 1592, y debido a una enfermedad mental y la inexistencia de descendencia, el problema fue avistado con mucha antelación por los potenciales herederos, que sumaban nueve, incluyendo a los Habsburgo.[6]​[7]​ El príncipe elector Juan Segismundo I de Brandeburgo y el duque Felipe Luis del Palatinado-Neoburgo poseían los argumentos de sucesión más sólidos, debido a que se habían casado con las tías del duque Juan Guillermo.Aunque se decidió que, como paso preliminar para iniciar el diálogo, había que reemplazar al archiduque Leopoldo por una figura más imparcial como comisionado imperial, el emperador Rodolfo decidió luego, unilateralmente, otorgar toda la herencia al Electorado de Sajonia.No obstante, las operaciones en Estrasburgo sirvieron para evitar que los tan necesitados refuerzos de los Habsburgo llegaran a Juliers.Aunque lo más probable es que el rey Enrique IV solo buscaba imponer la paz en la región mediante la intimidación, minando a su vez la credibilidad del Emperador frente a los príncipes, los católicos franceses se preocuparon, temiendo que el rey buscase hacer la guerra contra España y el Imperio.Al finalizar la primera etapa del conflicto, Brandeburgo y el Palatinado-Neoburgo se repartieron la herencia.[10]​ A pesar de que la Liga Católica no entró en combate, movilizó 19 mil hombres en caso de que el conflicto se trasladase a sus estados, los cuales fueron pagados principalmente por Baviera.El archiduque Leopoldo no se desmovilizó, ya que tenía objetivos mayores para su ejército.[16]​ Aunque Brandeburgo y el Palatinado-Neoburgo controlaban las tierras en disputa desde 1610, esto no era reconocido por varios estados.[16]​ Luego se casó con la hermana del duque de Baviera, Magdalena, con lo que anunció su compromiso con los católicos públicamente.Como era de esperarse, los dos estados que hace unos años habían luchado juntos como luteranos frente a las pretensiones imperiales, ahora desconfiaban uno del otro.Juan Segismundo temía que, con apoyo católico, Wolfgang Guillermo intentase hacerse con todo los ducados de Juliers-Cléveris-Berg.Estos temores parecieron verse confirmados cuando en mayo de 1614, 300 tropas neerlandesas llegaron a Juliers y expulsaron a una compañía del Palatinado-Neoburgo, reforzando además el pequeño destacamento que habían dejado en la ciudad en la primera etapa del conflicto.[17]​ Brandeburgo reunió entonces 3.900 hombres, pero tuvo que pedir un préstamo a los Países Bajos para mantenerlos, quienes, además, enviaron dos mil soldados más.Los combates fueron escasos, cada bando se evitaba por miedo a romper la tregua de los doce años, el mayor combate hispano-neerlandés ocurrió en Wesel, ocupado por los republicanos desde 1611, donde la guarnición defensora se rindió rápidamente el 5 de septiembre.Con todos los ducados y condados en disputa ocupados por España y los Países Bajos, países que deseaban evitar un conflicto directo, el 13 de octubre se iniciaron conversaciones en Xanten bajo mediación anglo-francesa.
Los territorios cuya herencia originó la disputa.
Sitio y captura de Juliers por Mauricio de Orange en 1610.