Ciudadano del mundo

Los primeros en identificarse a sí mismos como ciudadanos del mundo fueron los filósofos estoicos.

El estoicismo fue una filosofía importante del Imperio romano, el cual esperaba crear tal cosmópolis.

Considera que el estado-nación es incompatible con el pleno desarrollo de la libertad, cuyo florecimiento requiere la reorganización del sistema político mundial en un sentido cosmopolita.

Otros autores que siguen también la tradición cosmopolita no se centran en la desaparición del estado-nación, sino que ponen más bien el énfasis en la participación ciudadana global y en la reforma de instituciones internacionales.

David Held, por ejemplo, propone un nuevo convenio global entre los diversos actores políticos para ordenar el fenómeno de la globalización.

Un diseño de la bandera ciudadano del mundo.