25 de Mayo (1826)

Seguida únicamente por la pequeña goleta Río de la Plata al mando del capitán Leonardo Rosales, la 25 de Mayo cortó a bala rasa la línea enemiga pero varó, convirtiéndose en el blanco principal del enemigo.Al amanecer del 30 de julio se reanudó la acción y a las nueve de la mañana acudieron en ayuda ocho cañoneras y otros barcos mayores.El parte de Brown dice "Provocado a salir hemos batido pero no rendido al enemigo: permita V.E.Algunos autores aseguran que el casco estaba tan podrido que los cañonazos en lugar de astillas arrancaban nubes de aserrín y, en algunos casos, las balas quedaban retenidas en sus costados.De ser el caso ayudaría a explicar que las bajas, alrededor de 50 hombres entre muertos y heridos graves, fueran menores a las que corresponderían al castigo y a los daños que sufrió la nave.El bergantín Florida[7]​ cargado en exceso se tumbó próximo a la fragata 25 de Mayo, que también escoró sobre estribor inundándose por las portas de la batería baja.En consecuencia, la bodega se llenó completamente de agua, con serio peligro para la nave".[8]​ La marea del 10 enderezó a todas las demás naves afectadas por la bajante pero al Florida y al 25 de Mayo se les abrieron vías de agua.El 12 de octubre se continuaba descargando al Florida y la capitanía terminaba de retirar la artillería y trataba de auxiliar a la fragata con barriles, pero en la noche "fue a recalar sobre Las Toscas, como consecuencia del viento fresco del norte que sopló en nuestro puerto.Al parecer quedó seccionada en la parte de estribor, con algunos rumbos y abiertas todas sus costuras."El 14 de octubre ya se le había sacado "toda la artillería y la mayor parte de las balas, metrallas y cartuchos".
Buenos Aires, Río de la Plata (1829).
Modelo a escala de la fragata 25 de Mayo (1826) en la Sala Independencia del Museo Naval de la Nación