La fuerza brasileña del capitán de navío James Norton, integrada por la fragata Nictheroy, las corbetas Liberal, María da Gloria, Maceió e Itaparica, los bergantines Piraja, Caboclo, 29 de Agosto, Independencia ou Morte, las goletas Real Joao, Leal Paulistana, Donna Paula, 19 do Janeiro, 12 do Outubro y las cañoneras N° 1, 3, 7 y 9, unas 225 bocas de fuego, desde las 8 horas se mantuvieron a la vela hasta el mediodía, momento que fondearon al este del canal exterior,[1] próximos a la Ensenada aguardando el regreso del convoy para atacarlo, lo que finalmente hizo a la altura de Quilmes.
Oído el cañoneo por Brown, marchó a la zona del combate, izó su señal de "Es preferible irse a pique que rendir el pabellón" y enfrentó a un enemigo que lo triplicaba en potencia de fuego, trabándose la lucha al atardecer del 29 y continuando durante las primeras horas de la noche, para reanudarse al amanecer del siguiente día.
Seguida únicamente por la pequeña goleta Río al mando de Rosales cortó a bala rasa la línea enemiga.
El parte de Brown dice "Provocado a salir hemos batido pero no rendido al enemigo: permita V.E.
Mientras se hacía lo posible para elevar y adrizar a la fragata, una tormenta producida días después acabó arrastrando el casco del Florida sobre la maltrecha 25 de mayo, chocando ambas fuertemente y permaneciendo trabadas por casi dos semanas.
En ese lapso se terminó de desmantelar la artillería que fue trasladada a Barracas.
Luego del hundimiento se balizaron los restos con una boya luminosa, ya que próximo a ellos se hallaba la enfilada de la rada interior, que coincidía en situación y rumbo con los diques actuales.