A la cabeza iba la corbeta 25 de Mayo, buque insignia comandado por el capitán Enrique Parker, seguido de los bergantines Congreso Nacional (capitán Guillermo Mason), República Argentina (teniente Roberto Beazley) y General Belgrano (coronel Juan Bautista Azopardo, segundo al mando), marchando en retaguardia la goleta Sarandí (sargento mayor Martín Warnes), el General Balcarce comandado por el sargento mayor Bartolomé Cerretti con nueve cañoneras a su mando conjunto y la goleta Pepa (teniente Víctor Francisco Dandreys).Durante cuatro horas la escuadra gobernó rumbo ESE a velocidad moderada cuando se avistó al sudeste la escuadra imperial al mando del vicealmirante José Rodrigo Ferreira Lobo.Pese a que había puesto significativa distancia de sus perseguidores y podía retornar a puerto, Brown resolvió aprovechar el viento para cargar sobre la línea enemiga.Volviendo sobre su rumbo previo y tras unirse a las unidades de su flota que menos veleras (el Balcarce y las cañoneras) no habían podido mantener el ritmo, a las 14:30 formó a sus naves en línea de batalla y marchó rumbo ESE para interceptar al enemigo.Las naves principales republicanas fueron finalmente sumándose al combate pero manteniéndose en la máxima distancia de fuego, no así las lentas cañoneras.Sin embargo, los mandos medios acusaban a Lobo de exceso de prudencia, como demostró en combate al no desprender una división contra las cañoneras y tras la acción, al retirarse y dividir su escuadra.