En esta segunda localización, junto al antiguo cuartel de Caballería (hoy en día, Centro Penitenciario Ocaña I) residieron estas monjas hasta que el 13 de diciembre de 1876 se mudaran al que hoy habitan y que fue antiguo convento de San Buenaventura —de Orden Franciscana— cedido por Vicente Vázquez Queipo, protegido por la ley de Mendizábal y empleado durante seis años para fábrica de baldosas finas.
La galería inferior con tres tramos por lado con arcos de medio punto.
Los huecos están cerrados por tabiquería con reducidas ventanas.
La galería superior está separada por impostas y tiene unos pequeños huecos.
Es ésta una nave rectangular de poco interés con coro alto a los pies de la iglesia y otro bajo al lado izquierdo del crucero, siendo reformada toda la iglesia en 1987 y finalizada el 25 de octubre del mismo año.