Tomó parte activa en el más célebre de los combates navales que viera Chile durante la Guerra del Pacífico, entre la vieja corbeta "Esmeralda" y el monitor "Huascar".
Milcalvi fue uno de los náufragos recogidos por el "Huascar" y llevados a la Aduana de Iquique, donde estuvo prisionero, junto a la tripulación sobreviviente.
Durante 1880 el Contramaestre Milcavi asumió el mismo cargo en la Goleta Covadonga, siendo su Comandante Pablo S. de Ferrari.
Encontrándose ésta, en la ensenada de Chancay al norte del Callao, en acciones de reconocimiento de un puente de ferrocarril, que su Comandante se proponía destruir para impedir el tráfico de trenes a Lima, se aproximó a la playa concentrando el fuego sobre lanchas y botes fondeados cerca del muelle del puerto.
Un pequeño botecito (que resultó ser un brulote), se liberó del cañoneo, el cual ocasionó la muerte del Contramaestre Constantino Micalvi y el hundimiento de la Covadonga.