Confitería Prast
[1] Mencionada por Luis Coloma en 1894, como la casa del ratoncito Pérez[2] en el cuento que con similar título escribió para Alfonso XIII de España.El exquisito y refinado ultramarinos dio origen en 1866, a una confitería, en el mismo tramo de la calle.[4][5] Benito Pérez Galdós la menciona en varias de sus obras.Así aparece reseñada por ejemplo en uno de sus episodios nacionales, el titulado España trágica (número 42), cuando el protagonista le dice a su acompañante: "Una tarde, estando yo en la tienda de Prast, calle del Arenal, vi salir al Infante con un paquetito de dulces ó pasteles que debían de ser para sus niños".Ya antes la había mencionado en su novela La desheredada con este recorrido gastronómico:[6] Y vuelve a citarla en Lo prohibido, otra de sus novelas ejemplares del "ciclo de la materia", con este encadenado de sugerentes incógnitas:[7]