[1] Estas condiciones eran las mínimas que el Almirantazgo creía necesarias para poder defender el país, aunque no le permitirían acometer operaciones ofensivas.
[1] Las seis primeras semanas de negociaciones se centraron fundamentalmente en tratar las propuestas presentadas por Japón, sin que hubiese grandes avances debido a las objeciones estadounidenses y británicas.
Esto no dejó contentos a los japoneses pues ese número limitaba los planes estratégicos de la flota combinada.
Tengo la intención de solicitar una sanción imperial [contra el consejo] y no daré ningún paso para facilitar el acuerdo», declaró.
A pesar de su delicado estado de salud, Hatoyama y su partido exigieron que Hamaguchi fuera al parlamento a defender la política del gobierno y no se conformaron con la presencia del primer ministro en funciones.
Finalmente, desatendiendo el consejo de los médicos, acudió y en las diez sesiones a las que asistió fue sometido a todo tipo de improperios e insultos —la oposición gritaba «Hable más alto» y «Piérdase, muérase»—.