Guillermo Morphy

[1]​Morphy, junto a la infanta Isabel, otra gran mecenas de la familia real, intervino con la Corona en beneficio de los músicos, quienes obtuvieron pensiones y recomendaciones para proyectar su carrera a nivel internacional.

Con la Revolución de 1868 que destronó a Isabel II, Guillermo Morphy decidió abandonar sus negocios como abogado en Madrid y emprender el exilio voluntario, manteniéndose al lado del príncipe Alfonso primero en París y, más tarde, en Viena, tras la Guerra franco-prusiana.

[4]​ El ideal de su vida era componer la ópera nacional a la que dedicó sus esfuerzos durante su estancia en Austria.

Allí compuso la ópera Lizzie y otras piezas para la orquesta de Richard Strauss.

Forman parte de su claustro personalidades tan destacadas como Tomás Bretón, Emilio Serrano, Apolinar Brull, Isaac Albéniz o Fernández Arbós.

Morphy fue el primero en realizar conciertos históricos sobre música española profana del siglo XVI.

En el terreno musical Guillermo Morphy consigue que también colaboren en las conferencias musicales, personalidades de diferentes ideologías unidos por el mismo deseo de regeneración del país, como Gabriel Rodríguez, Felipe Pedrell, Menéndez Pelayo, Narciso Sentenach, Pedro Fontanilla y Emilio Serrano.

También tuvieron un gran éxito en la entidad las veladas musicales en las que se lleva a cabo una renovación musical gracias a la participación de artistas pertenecientes a su círculo íntimo como Isaac Albéniz, Pablo Casals, Fernández Arbós, Tomás Bretón, Emilio Serrano o Napoleón Verger; mujeres como María Luisa Guerra, María Luisa Chevallier, Isabel Echevarría de Aguirre y Matilde Torregrosa y, por último, personajes de renombre internacional como D´Albert o Francis Planté.

Conde de Morphy en La música ilustrada (1899)
Conferencia del conde de Morphy en el Ateneo de Madrid . La Ilustración Española y Americana (1887).
G. Morphy. Les Luthistes espagnols du XVIe Siecle (1902).