En el lenguaje natural, las conclusiones se suelen anunciar mediante expresiones tales como «por lo tanto», «por ende», «luego», «en consecuencia», «entonces», «ergo», etcétera.
En los lenguajes formales, delante de la conclusión se colocan expresiones simbolizadas así:
Constituyen la parte final, sustantiva, del texto de un: En ocasiones se les extiende a Conclusiones y recomendaciones.
Es preferible tratar por separado ambos conceptos, excepto tal vez si su desarrollo es exiguo.
A las proposiciones que sirven de partida (lo conocido) se les denomina premisas; a la que deriva de esas premisas, conclusión (lo desconocido, lo nuevo).