El concilio ocurrió tras la Querella de las Investiduras, un importante conflicto político que enfrentó al Papa con el emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico en relación con la designación y nombramiento de prelados y arzobispos germánicos.
La lucha fue de tal modo que el emperador intentó deponer al papa Gregorio VII y hacer elegir en su lugar un tal Guiberto, quien se convirtió en el antipapa Clemente III.
El concilio se celebró al final de la gira del papa Urbano II por Italia y Francia, que realizó para reafirmar su autoridad tras la controversia de investidura con el emperador Enrique IV.
El emperador bizantino Alejo I Comneno envió una embajada a este concilio para pedir ayuda a Urbano II contra los turcos.
[2] El texto oficial de los cánones aprobados no se ha conservado.