Concepción Bascones Pérez

La pintora vivió en Madrid en la calle de Atocha,[1]​ y posteriormente cambió su residencia a la calle de las Infantas, donde tenía la clínica su hermano, el doctor Antonio Bascones Pérez.[2]​[3]​ En esta ciudad cultivó su pasión por la pintura; con solo 13 años se inició como copista en el Museo del Prado.Desarrolló una importante labor como copista que se prolongó por más de 25 años,[5]​ pero fue un poco reacia a vender su obra a pesar de recibir interesantes ofertas.En un segundo término, a la izquierda, otra señora que permanece sentada parece disfrutar también de la lectura.La pintora dirige la mirada del espectador a través de unas rosas de color rojo, situadas en el ángulo inferior izquierdo que conectan con los claveles que la madre sujeta entre sus mano.
Óleo sobre lienzo obra de Concepción Bascones, realizada en 1922. Fotografía propia