La fragua de Vulcano

Algo más corriente era representar el momento inmediatamente posterior, donde Ovidio presenta a Vulcano sorprendiendo a los adúlteros y apresándolos en una red, haciéndolos objeto de la mofa de los dioses.

Para Tolnay el asunto representado no estaría relacionado con el adulterio desvelado, sino con una suerte de «visita» e inspiración de las artes mayores, representadas en Apolo-Helios, a las artes menores, representadas en el herrero, lectura condicionada por su propia forma de interpretar Las hilanderas y Las Meninas como una vindicación del arte frente al oficio mecánico.

Sin embargo, estas interpretaciones perderían sentido, como ha señalado Jonathan Brown, si las dos pinturas fueran independientes en su ejecución, al constatarse una diferencia en las dimensiones originales de las telas, lo que implicaría que los espectadores debían de verlos como cuadros distintos.

Ninguna idealización, en cambio, en los cuerpos de Vulcano y los cíclopes, trabajadores curtidos por el esfuerzo lo que se refleja en las carnes apretadas y los músculos tensos, aunque detenidos, observando atónitos al dios solar.

Sobre una primera base de coloración, Velázquez manchaba desigualmente en zonas «con los mismos pigmentos muy diluidos, como ensuciando la superficie».

[7]​ Velázquez hubo de sentirse atraído también por las posibilidades dramáticas del tema, que le permitían hacer una demostración gestual por las reacciones diversas que en el receptor del mensaje y en sus acompañantes produce la noticia.

La autenticidad de este estudio según López Rey habría sido corroborada por la radiografía efectuada a La fragua, en la que se han manifestado bajo la actual cabeza de Apolo rasgos aproximados a los del estudio, pero lo contrario sostiene Carmen Garrido, directora del estudio técnico efectuado en el Museo del Prado.

[10]​ En el boceto los cabellos -castaños- son más largos, pero recogidos hacia atrás en las patillas, ocultando la oreja pero dejando ver un mayor trozo de la cara.

Estudio para la cabeza de Apolo , 36 x 25 cm., Nueva York , colección privada.