Comunes urbanos

[1]​ “Si consideramos lo urbano como el conjunto de la ciudad, una estructura física construida (los edificios, las calles, las infraestructuras) y la vida social de sus ciudadanos (organización, interacción, producción cultural, etc.), podríamos localizar los comunes urbanos en una franja intermedia de esta amalgama, a medio camino entre lo material y lo inmaterial”.

Según Ariel Vercelli,[3]​ a lo largo de la historia también se han utilizado diferentes conceptos para describir los bienes que tienen un carácter común y pertenecen a todos los integrantes de una comunidad.

[12]​ Tras los estudios de Ostrom, nuevas o antiguas investigaciones y teorías sobre el común/procomún salieron a la luz, desbordando el ramo de la economía y de los comunes tradicionales para abarcar las ciencias del medio ambiente, la tecnología, la genética, el derecho, las infraestructuras urbanas y las relaciones sociales.

Ya Adolfo Estalella, Jara Rocha y Antonio Lafuente han argumentado que, en el caso español: “El procomún aglutina iniciativas diversas de arquitectos interesados por lo urbano, productores culturales precarizados que persiguen la reorganización de la economía política y cultural del sector, hackers y tecnólogos que respiran el imaginario de la cultura libre, activistas que hacen también de la cultura libre su infraestructura material y fuente de inspiración” (Estalella, Rocha y Lafuente, 2013, p.

[17]​ Es necesario además añadir a estos tipos los movimientos en lucha por las viviendas, las asociaciones que empiezan a surgir entre el Estado y las comunidades de vecinos y movimientos sociales para la gestión de espacios públicos (plazas, parques, solares, centros sociales) que se convierten en nuevas prácticas de comunes urbanos.

La finalidad de la asociación es la custodia urbana, entendida como la recuperación, conservación y gestión del espacio público para la ciudadanía.

[23]​ Según su web sitio, La Ingobernable es un proyecto feminista, ecologista, mestizo y solidario.

Ecologista, porque se oponen a un modo de producción capitalista que lo explota y mercantiliza todo haciendo imposible la vida.

Solidaria, porque tiene la justicia social y el apoyo mutuo como un valor central.

Surgió para visibilizar la agricultura urbana madrileña, dar respuesta a las necesidades de las huertas urbanas de recibir apoyo mutuo y compartir conocimientos, experiencias, insumos, etc.

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