Antonio Lafuente

Dirige desde sus inicios en 2007[4]​ el Laboratorio del procomún[5]​ en el MediaLab-Prado de Madrid, donde comparte sus aportaciones teóricas en el estudio sobre el procomún entre las que destaca haber formalizado la teoría de sus cuatro entornos[6]​ consistentes en el cuerpo, la naturaleza, la ciudad y el entorno digital.

Como ejemplos del procomún en cada entorno podemos citar: en el cuerpo, el ADN; en la naturaleza, el aire limpio, el espacio exterior, los lugares de pesca, los bosques y el mar; en la ciudad, el sistema de alcantarillado, las actividades nacidas en la vida urbana tales como bailar el vals, jugar al fútbol o pintar grafiti; en el digital, la familia de protocolos de internet, el software libre, la Wikipedia y OpenStreetMap.

El procomún, los commons, en todo caso, no es definible, porque evoca la existencia de bienes muy heterogéneos que van desde los viejos pastos comunales a los nuevos mundos de la biodiversidad, el folclore o la gastronomía».

[7]​ Su posición intelectual defiende la apertura del conocimiento y la democratización del mismo, sin que pueda quedar dentro de un reducto reservado a los expertos.

[8]​ Para Lafuente, las creaciones tecnocientíficas suponen un ensamblaje de humanos y bots.