(…) Jesucristo, eterno Pastor, edificó la santa Iglesia enviando a sus Apóstoles como Él mismo había sido enviado por el Padre, y quiso que los sucesores de éstos, los Obispos, hasta la consumación de los siglos, fuesen los pastores en su Iglesia.
El hecho de que Jesús elija justamente doce Apóstoles tiene un profundo significado.
En primer lugar, es una llamada gratuita voluntaria y de parte del Señor(v.
14), como lo eran, por ejemplo, los sacerdotes elegidos por Dios en el Antiguo Testamento (cfr Nm 3,3).
En tercer lugar, la característica principal del discípulo «estar con Jesucristo» (v.
14; cfr 1,16-18; 16,20) a repetir las acciones de su maestro, o sea, «predicar» (v.