El primer vestigio de esta festividad se encuentra en la sin ningún género de dudas auténtica secuencia compuesta para ella por un tal Godescalc (d. 1098) cuando era monje en Limburg en Haardt.
Posteriormente, es mencionada por Guillermo Durando, Obispo de Mende en la segunda mitad del siglo XIII.
Bajo el título, "Dimissio", "Dispersio" o "Divisio Apostolorum", fue celebrada durante la Edad Media en España e Italia.
En 1909, de acuerdo al artículo de Frederick Holweck publicado ese año en el volumen 5 de la Enciclopedia Católica, la festividad se mantenía todavía con solemnidad en algunas sociedades misioneras en Alemania y Polonia, y también en diócesis inglesas y francesas, así como en algunos puntos de Estados Unidos.
La festividad no fue incluida en el Calendario Tridentino ni en ninguna revisión posterior del Santoral católico.