Llamado el Especulador, en latín "Speculator", por su obra "Speculum judiciale", como eclesiástico, llegó a ser obispo de Mende en Gévaudan.
Administró para el Papa Gregorio X el patrimonio de los estados pontificios, y le acompañó en 1274 al segundo Concilio de Lyon, donde le ayudó a elaborar las constituciones.
En medio de las luchas entre güelfos y gibelinos, Durando defendió con éxito los territorios papales, tanto por la vía diplomática como por las armas.
El Papa Honorio IV le mantuvo a su servicio, y aunque sería elegido obispo de Mende en 1286, permaneció en Italia hasta 1291.
Presenta un panorama de la liturgia del siglo XIII en el Oeste, estudiada en sus diversas formas, las fuentes tradicionales, y su relación con los edificios y el mobiliario de la iglesia.