[2] Tienen hasta 180 brazos no divididos,[3] según la especie y la edad.
[4] En su parte aboral, o inferior, poseen unos apéndices alargados para anclarse al sustrato, denominados "cirri".
A esta facultad de algunos animales se le denomina autotomía, y, en el caso que nos ocupa, se combina con otra capacidad, la de regenerarlo por completo a continuación.
Aparte de los brazos, también pueden regenerar los cirri, las pínnulas o el intestino.
Las larvas evolucionan de una simetría bilateral a simetría pentarradial, y poseen un tallo, que pierden al madurar, convirtiéndose en animales de vida libre.