Colosenses 1

La oración ferviente subraya la importancia de un conocimiento correcto de Dios, obtenido a través del Evangelio transmitido, en contraste con las enseñanzas erróneas que prometían salvación solo a quienes alcanzaban la gnosis (conocimiento).Estos versículos forman un himno que exalta el señorío de Jesús sobre toda la creación.En la primera parte (vv. 15-17), se declara que su dominio se extiende al universo entero, derivado de su acción creadora, evocando el prólogo de Juan y el inicio del Génesis.La segunda parte (vv. 18-20) aborda la nueva creación por la gracia, lograda mediante su sacrificio en la cruz.Con su sangre derramada en la cruz, Cristo restauró la paz, alcanzando a todo el universo con su poder reconciliador.La "iglesia" aquí no es solo una iglesia en particular, por ejemplo, la iglesia en Colosas, o Corinto y otras; sino toda la comunión del pueblo escogido en gracia, la iglesia primogénita, aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero de Dios en el cielo; la iglesia por la cual Cristo se ha dado a sí mismo, comprado con su sangre, y edificado sobre el fundamento de sí mismo como una roca, y se proporciona a sí mismo una iglesia gloriosa sin mancha, que puede compararse a "su cuerpo", una unidad compuesta de muchos miembros en unión unos con otros, colocados en sus respectivos lugares en justa simetría y proporción unos con otros, sírvanse los unos a los otros y nadie es más bajo o más alto que el otro, y en este cuerpo Cristo es "la cabeza".Luego se subraya la importancia de mantenerse firmes en la fe y fieles al Evangelio recibido.Por último, se hace referencia a la autoridad de Pablo, cuya función es respaldar estas advertencias y servir al Evangelio (v.El cuerpo y las realidades puramente materiales no son obstáculo para la santificación.
Página que contiene la Epístola a los Colosenses 1:28-2:3 en el Códice Claromontano que se cree fue creado en el año 550 d.C.