Coloración estructural

[1]​[2]​ La coloración estructural fue observada por primera vez por los científicos ingleses Robert Hooke e Isaac Newton, y su principio (interferencia de ondas) explicado por Thomas Young un siglo después.

[3]​ Muchos de estos mecanismos fotónicos corresponden a estructuras elaboradas, visibles por microscopía electrónica.

La coloración estructural tiene potencial para aplicarse militar, comercial o industrialmente, con superficies biomiméticas que podrían proveer colores brillantes, camuflaje adaptativo, interruptores ópticos efectivos y vidrio de baja reflectancia.

Él demostró en 1803 que la luz puede difractarse por bordes o resquicios afilados creando patrones de interferencia.

[6]​[7]​ En el libro Animal Coloration escrito en 1892 por Frank Evers Beddard (1858–1925), este reconoció la existencia de colores estructurales: Pero Beddard después hizo de lado la coloración estructural, primero como subordinada a los pigmentos: " en cada caso el color [esctructural] necesita para su exhibición un trasfondo de pigmento oscuro;" [8]​: 2  y luego afirmando su rareza "La fuente más común en animales invertebrados es la presencia de pigmentos definidos..."[8]​: 2  aunque posteriormente admite que el topo dorado del cabo tiene "peculiaridades estructurales" en su pelaje que "dan origen a sus colores brillantes".

[9]​ El color azul o verde del plumaje de muchas aves (p. ej.

Cuando las ondas se encuentran desfasadas por una o más longitudes de onda (en otras palabras, en ciertos ángulos específicos), estas interfieren constructivamente (adición) generando una reflexión fuerte.

En otros ángulos y desfases, éstas pueden interferir destructivamente (sustracción) generando reflexiones débiles.

[4]​ Existe variedad en las estructuras fijas que pueden crear colores estructurales, por mecanismos que incluyen redes de difracción, espejos selectivos, cristales fotónicos, fibras de cristal y matrices deformadas.

Las estructuras pueden ser mucho más elaboradas que una única lámina delgada: las películas pueden ser afiladas para producir iridiscencia fuerte, combinar dos colores o para balancear el cambio de color inevitable debido al cambio de ángulo dando origen a una iridiscencia menor o más difusa.

Otra variante existe en Parotia lawesii, el ave del paraíso de Lawes.

Las aberturas tienen un diámetro cercano a los 150 nanómetros y se encuentran separadas por la misma distancia.

Estos se encuentran ordenados de regularmente y en pequeños parches con diferentes orientaciones entre sí.

[2]​ Los colores son aposemáticos, dando alarma a los depredadores de no atacar.

[21]​ Las microestructuras anteriores también se pueden encontrar en escarabajos escarabeidos generando colores iridiscentes.

La estructura puede colapsar si se le da una textura áspera o removiendo el contenido de agua por secado, lo que a su vez elimina la coloración estructural.

[23]​ Las superficies biomiméticas antireflectivas utilizando este principio podrían ser manufacturadas creando primero una máscara por litografía con nanopartículas de oro y luego realizando grabados por iones reactivos.

Los colores brillantes e iridiscentes de la cola de los pavorreales son creados por coloración estructural, como lo notaron por primera vez Isaac Newton y Robert Hooke .
Color estructural
Micrographia (1665) de Robert Hooke 's contiene las primeras observaciones de colores estructurales.
En 1892, Frank Evers Beddard notó que el tupido pelaje de los topos dorados del género Chrysospalax presentaba coloración estructural.
Cuando la luz cae en una lámina delgada , las ondas reflejadas de las superficies inferiores y superiores viajan por diferentes distancias dependiendo del ángulo, de modo que interfieren .
Micrografía electrónica de una superficie de nácar fracturada, donde se pueden apreciar múltiples capas de láminas delgadas.
Un ala de mariposa a diferentes escalas de magnificación, donde se pueden apreciar las microestructura de quitina que actúan como una red de difracción.
Boceto de microestructuras con forma de abeto en una escama de mariposa Morpho
Coloración estructural a través de espejos selectivos en la mariposa cola de golondrina esmeralda.
Los magníficos colores no iridiscentes del guacamayo amarillo y azul creados por nanocanales aleatorios.
El azul conocido más intenso: Moras de Pollia condensata.
Tejido muscular de un lomo de cerdo con iridiscencia. a) Corte transverso respecto al eje largo de las fibras musculares (b) Planos de sección a diferentes ángulos. (c) Un esquema de la periodicidad de las fibras y fibrilas musculares. (d) La interferencia de la luz con una red de difracción. (e) Dependencia angular de la iridiscencia en un corte de carne. (f) Imagen microscópica. [ 3 ]