Fue precisamente aquel año 1994 cuando la cofradía encargó un nuevo conjunto procesional al imaginero vallisoletano Miguel Ángel Tapia que representase aquel momento.
Precisamente, para poder albergar el nuevo conjunto, la cofradía trasladó su sede al Convento del Corpus Christi, de Madres Dominicas.
Ya desde el cincuenta aniversario de la cofradía, ésta venía solicitando a la autoridad eclesiástica organizar una procesión propia, dado que sus salidas el Lunes y el Jueves Santo eran compartidas con otras cofradías.
Consta que la cofradía de la Vera Cruz pagó 150 reales a su autor en 1632.
El olivo bajo el que ora el Señor es natural y cada año los cofrades van por las fincas próximas solicitando el arbusto para completar el paso.
Consta de cinco figuras: Cristo, dos sayones, Malco (criado del Sumo Sacerdote) y San Pedro.
El conjunto es de gran dinamismo: Cristo, cautivo, es conducido por dos sayones, mientras que detrás se encuentra Malco en el suelo, con gesto de dolor tras haberle arrancado la oreja San Pedro que, con la espada en la mano, se muestra pensativo por todo lo ocurrido.
Unos años después, la cofradía planteó la posibilidad de alumbrarlo en procesión, para lo cual el imaginero realizó una adaptación del conjunto en 2012, saliendo a la calle el año siguiente.
Esta procesión, creada en 1951 y que tiene lugar el Lunes Santo a las 20 horas, pretende representar los cinco misterios dolorosos y el dolor de la virgen, participando seis cofradías que efectúan un rezo del rosario.