La bicicleta es probablemente el medio de transporte urbano más común en todo el mundo.
Londres y Boston son ejemplo de ciudades que ofrecen la integración modal bicicleta-metro.
El ciclismo implica cierta actividad física que puede ser más o menos intensa dependiendo de la velocidad.
En general, basta hacer el mismo esfuerzo que si se fuera caminando para evitar sudar.
Además, en Suiza, es obligatorio que la bici esté cubierta por una póliza de muy bajo coste para poder circular.
En otras ciudades[14] hay sistemas de alquiler de bicicletas parcialmente subvencionados para que el precio resulte simbólico (bicing en Santander, Valladolid, Barcelona,[15] Gijón,[16] Avilés,[17] Córdoba,[18] Sevilla,[19] Burgos,[20] Miranda de Ebro,[21] Tarrasa,[22] Valencia,[23] Vic,[24] Pamplona,[25] Cartagena,[26] Zaragoza,[27] Lyon, París,[28] Fráncfort, Stuttgart, Vienna, Londres, Bruselas, Oslo, Bergen, Milán.
Actualmente el sistema gratuito previsiblemente cambiará a otro de pago, pero dando servicio las 24h.
[31] En Sevilla, en julio de 2007 entró en marcha el servicio SEVICI, gestionado por JCDecaux, con 250 estaciones y 3200 bicicletas extraíbles las 24 horas todos los días del año.
El programa ha tenido buena acogida entre los habitantes de la capital paisa, que usan la bicicleta para movilizarse eficientemente por las partes planas de la ciudad y en ocasiones para bajar con buena velocidad por las lomas circundantes.
[36] En México, aparte del sistema Ecobici, existe un programa llamado Mejor en Bici, el cual hace préstamo gratuito de bicicletas.
Cualquier persona puede ir a alguna de las estaciones que se encuentran en el DF, Playa del Carmen y Guadalajara, deja un depósito de $200 pesos y una identificación oficial, los cuales son devueltos cuando se entrega la bicicleta.
[40] Ir a trabajo en bicicleta con traje puesto es factible cuando se trata de trayectos cortos y fáciles en tiempo seco, y por lo general en ciudades con infraestructura tradicional para el transeúnte, en cualquier otro caso que requiera un ejercicio más vigoroso, es aconsejable llevar vestimenta más cómoda.
A este respecto están surgiendo algunas iniciativas que apuestan por fabricar y comercializar una vestimenta adecuada capaz de conjugar los desplazamientos urbanos en bicicleta con el hecho de ir vestidos como exija la ocasión durante el resto del día.
Los ciclo–mensajeros o bici-mensajeros se encuentran con mayor frecuencia en los distritos comerciales centrales de las áreas metropolitanas.
Estos ciclistas curtidos, deportistas para quienes ir por la ciudad en bicicleta es un deporte, implica un riesgo al hacer recorridos diarios unos 100 km en sus bicicletas, ser un ciclo–mensajero no es solo un trabajo absolutamente demandante, es un estilo de vida y una subcultura.
Necesitan estar en buena forma, ser rápidos, diestros con la máquina y poseer un sentido natural de la orientación.
Actualmente, en algunas ciudades con topografías accidentadas, han empezado a utilizar bicicletas eléctricas que les permite llevar más peso y mejorar su rendimiento.
El auge del ciclismo urbano ha traído la proliferación de distintas publicaciones, tanto impresas como en línea, relacionadas con esta práctica.
En español destaca la revista gratuita Ciclosfera, nacida en 2012 y con más de 400.000 seguidores en España, México, Colombia, Brasil o Argentina.