Las bicicletas se montan encajando las dos ruedas y proporcionando algún soporte vertical adicional, como quitando las ruedas y encajando las horquillas en un eje fijo, o con algún enganche en el cuadro.
Los portabicicletas de autobús van montados por lo general adjunto a la parte delantera.
[2] Pueden plegarse hacia el autobús, de forma extraordinaria, cuando no hay bicicletas.
[4] La utilización en el tranvía es la más flexible, ya que se pueden subir bicicletas, siempre que las condiciones lo permitan, de forma que los usuarios puedan alternar y complementar el tranvía con la bicicleta, para facilitar la intermodalidad.
[6][7] Asimismo, los nuevos autobuses urbanos de Bilbao llevarán portabicicletas[8] en la parte frontal[9] y se está estudiando su instalación en los de Santander y[10] en Pamplona.