Ptolomeo arrestó a Praxipos, el rey de Lapeto con lo cual logró conquistar completamente la isla y abolir los reinos en el 312 a. C. bajo la dinastía ptolemaica.
Pese a esta situación, Kirenia siguió prosperando debido al fuerte comercio marítimo.
También los romanos dejaron su huella con la construcción de un castillo para suministrar protección a su flota naval.
En el siglo X, construyeron en su vecindad una iglesia dedicada a San Jorge, que fue usada como una capilla para el ejército.
Aterrorizaron a los habitantes de las ciudades vecinas, tanto musulmanes como cristianos, con sus saqueos y crímenes.
Los pocos que se atrevieron a permanecer fueron mercaderes y pescadores, quienes construyeron sus casas fuera de los muros.
El resto se trasladó al área conocida como Pano Kyrenia (Riatiko) o huyeron tierra adentro, a las ciudades montañosas de Termia, Caracumi, Cazafani, Bellapais y Karmi.
La ciudad resurgió nuevamente cuando el comercio marítimo con Asia Menor y las islas del Egeo fue autorizado, aunque se debían pagar sobornos a los oficiales turcos.
En 1878, tras un acuerdo secreto entre los gobiernos británico y otomano, la isla fue cedida a Gran Bretaña como base militar en el Mediterráneo Oriental.
Inicialmente, Gran Bretaña no realizó grandes cambios administrativos, por lo que Kyrenia se mantuvo como capital del distrito.
Muchas casas fueron convertidas en pensiones y, en 1906, se construyó el primer hotel junto al mar, el Akteo.
El mismo año, la guerra Greco-Turca impidió todo comercio con Turquía, lo que ocasionó una seria depresión.
Costas Catsellis, un joven repatriado de Estados Unidos, construyó los primeros hoteles modernos: el Seaview, en 1922 y el Dome en 1932.
Aunque los enfrentamientos en Kyrenia fueron leves, los irregulares Turco-chipriotas bloquearon la ruta Kyrenia-Nicosia y ocuparon el castillo de San Hilario.
El antiguo conflicto, antes mencionado, fue restaurado y exhibido con toda su carga, de forma permanente, en el castillo.
Luego de desembarcar en las islas, el ejército turco inicialmente encarceló a aquellos que permanecieron detrás del hotel Dome y los expulsó junto a los Grecochipriotas que permanecieron en el distrito hacia el sector controlado por el gobierno chipriota.
Sin embargo, una emigración musulmana significativa de la ciudad hacia Anatolia tuvo lugar entre esta fecha y 1931.
Una explicación para este éxodo puede ser la ansiedad general entre la población musulmana de la isla durante las guerras de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial, cuando los otomanos lucharon contra Grecia en el primer caso y contra Gran Bretaña en la segunda.
La proclamación de la isla como una colonia británica en 1924 causó otra emigración turcochipriota a Anatolia.
La proporción de esa población siguió disminuyendo hasta el año 1960 (20%) (TC 696; GC 2373; otros 429).
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Kyrenia también ha sido un destino importante para la comunidad británica.
Debido al auge de la construcción y el desarrollo del turismo, la ciudad también alberga muchos trabajadores inmigrantes de Turquía, Europa del Este, Asia Central, Filipinas y Pakistán, que trabajan en estos sectores.