El relieve del municipio está caracterizado por la cara norte de la sierra de Ayllón y la meseta de transición previa al valle del Duero.
Cuenta con numerosos arroyos que descienden de las elevadas cumbres.
El pueblo se alza a 1129 metros sobre el nivel del mar.
En 1520 se redactan unas ordenanzas para regular la base de la economía cerezana, la ganadería.
Cuenta con una población de 134 habitantes (INE 2024).