En el proceso se establece una reacción sostenida y moderada gracias al empleo de elementos auxiliares que absorben el exceso de neutrones liberados manteniendo bajo control la reacción en cadena del material radiactivo; a estos otros elementos se les denominan moderadores.
Las instalaciones nucleares son construcciones complejas por la escasez de tecnologías industriales empleadas y por la elevada sabiduría con la que se les dota.
Las características de la reacción nuclear hacen que pueda resultar peligrosa si se pierde su control.
Una vez condensado, vuelve al reactor nuclear para empezar el proceso de nuevo.
Como cualquier actividad humana, una central nuclear de fisión conlleva riesgos y beneficios.
Todos los trabajadores, u otras personas que vivan en las cercanías, deben poseer la información y formación necesaria.
La diferencia principal entre estos dos tipos de reactores es que los primeros presentan moderador nuclear y los últimos no.
Los reactores térmicos (los más utilizados en la actualidad) necesitan para su correcto funcionamiento que los neutrones emitidos en la fisión, de muy alta energía, sean frenados por una sustancia a la que se llama moderador, cuya función es precisamente esa.
Los reactores térmicos se clasifican según el tipo de moderador que utilizan, así tenemos: Por otra parte tenemos los reactores rápidos, todos ellos avanzados, conocidos como FBR (en inglés: fast breeder reactors): Centrales nucleares en España:[9] Proyectos abandonados.
Hoy día hay 444 centrales nucleares en el mundo que suponen el 17 % de la producción eléctrica mundial.
Aunque Japón no se queda nada lejos con 54 (aunque actualmente no están en funcionamiento por el cese decretado por el gobierno como consecuencia del accidente de Fukushima), o Corea del Sur con 21 en menos de 100 000 km².
El accidente en la central de Fukushima ha recordado fantasmas del pasado, otorgándole al debate nuclear una candente actualidad.