Central Térmica de la Ciudad Universitaria de Madrid

Su fin era generar energía térmica para un sistema de calefacción urbana, que sirviese a los edificios que se iban a construir en la Ciudad Universitaria.

El edificio fue proyectado por el arquitecto Manuel Sánchez Arcas, tras un viaje de estudios por varios campus norteamericanos.,[1]​ en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja Miret, en el estilo racionalista de la época y recibió el premio Nacional de Arquitectura del año 1932.

Las facultades y escuelas técnicas construidas hasta los años 1950 se conectaron a la central, pero después, un mal entendido concepto de la energía, hizo que las nuevas facultades se construyeran con centrales propias.

La Escuela Técnica Superior de Arquitectura creó su central propia cuando se construyó un paso subterráneo en la plaza del Cardenal Cisneros, que cortaba el conducto que la unía a la central.

Actualmente la central sigue funcionando, habiendo cambiado de combustible, del inicial, y normal en la época, el carbón, se cambió a gasóleo y ahora funciona con gas natural.

Vista de un lateral del edificio