Cementerio de la Recoleta

Fue diseñado por Próspero Catelin, reservándose el gobierno parcelas para personalidades ilustres en la formación del Estado nacional.

Construyeron en el lugar un convento y una iglesia, en 1732, que colocaron bajo la advocación de la Virgen del Pilar.

Sus dos primeros moradores fueron el niño negro liberto Juan Benito y la joven María Dolores Maciel.

[9]​ El predio tiene 4780 bóvedas distribuidas en 54 843 metros cuadrados, 80 de las cuales fueron declaradas Monumento Histórico Nacional.

Hasta el siglo XIX los cementerios eran parte activa en las ciudades, lugares de encuentro como era una plaza, una calle o un mercado público.

Hoy en su parte superior se encuentran enmarcado entre figuras aladas el nombre del prócer.

Murió en plena juventud y sus restos fueron depositados en esta bóveda junto a los suyos en 1976.

La bóveda posee rasgos manieristas, estando profusamente decorados tanto sus muros como la verja que la circunda, con arabescos, ángeles y antorchas caídas llama la atención el carácter doméstico de su puerta principal antecedida por un pequeño atrio; posee abundante decoración de repertorio clásico.

El solar data de 1845 donde se construyó la bóveda primitiva al morir doña agustina López Osorio madre del restaurador la que fue remodelada a sus formas actuales en la primera década de este siglo.

El padre de Rufina, Eugenio, fue un destacado escritor que dejó interesantes obras.

Su hija murió el 31/05/1902, día que cumplía 19 años, presuntamente enterrada bajo un ataque de catalepsia.

Esta representación artística, sumado a la circunstancia de su sorpresiva muerte, dio lugar a que se construyeran diferentes leyendas en la sociedad porteña de la época que continuarán vigentes en la actualidad.

Los Leloir son originarios de los bajos Pirineos franceses, habiendo llegado a estas tierras hacia 1820.

Un gran basamento cúbico, revestido en granito pulido: la parte intermedia; compuesta por un tambor realizado en bronce, donde apoya una cúpula, elemento convertido en lucernario por donde llega luz a la refinada capilla.

Esta es presidida por un cristo, obra del italiano Leonardo Bistolfi (1859-1933) Corona toda la estructura un templete rodeado por columnas jónicas, sobre las cuales apoya una gran cúpula en cuyo interior está representado el Redentor en teselas de diferentes colores.

Esta circunstancia le da una perspectiva estupenda resaltando aún más los valores que de por sí tiene la obra.

Fue realizada a encargo del Jockey Club para guardar los restos de su fundador y primer presidente.

Un granadero en bronce vela el sueño del valiente soldado de Chacabuco, Maipú, Riobamba, Pichincha e Ituzaingo entre otras acciones militares.

Se trata de una sobria bóveda realizada en granito negro descatandose la puerta refinada.

Ocho años más tarde, en 1912, el presidente del diario La Prensa, José Clemente Paz fue enterrado en dicha bóveda.

Otro grupo escultórico de tres figuras recupera el dramatismo: una mujer semi doblegada, casi desfalleciente dejando escapar una lámpara extinguida.

De forma ascendente, en la misma línea, vemos una urna con una tapa semi abierta llamada sarcófago, de allí una figura femenina que representa al alma humana, que se dirige hacia un ángel con sus alas desplegadas y señalando con su dedo índice el infinito, la eternidad.

Este sepulcro está ubicado en la Sección 9 Tablón 2, fue realizado por Luis Perlotti en el año 1946.

Es notable observar que el relieve, si bien se encuentra expuesto, después de la restauración quedó integrado a la composición total del sepulcro.

Está formado por un alto pilar en cuyo fuste se recorta una figura alegórica de mujer en actitud de orar, el capitel donde se encuentra el retrato del prócer y un basamento con decoración ornamental.

Solo en sectores protegidos de la lluvia por la orientación (noreste) y su morfología, se pudo observar un registro del pulido original.

También se observó la falta de una cadena metálica adhería a las columnas como cierre del monumento.

Estando cerca de la escultura podemos observar con claridad los distintos tratamientos realizados en el mismo material.

Este mausoleo está ubicado en la Sección 9 Tablón 1, fue realizado por Carlos Romairone en el año 1905.

Los ornamentos y las placas presentan una marcada erosión cuyo avance expone en relieve las vetas propias del mármol.

El Cementerio de la Recoleta en 1841, por Charles Henri Pellegrini .
Uno de los callejones del Cementerio de la Recoleta.
Cementerio de la Recoleta, vista desde arriba.
Panorámica de un sector del Cementerio de la Recoleta.