En 1821 se enroló en el ejército sardo y participó en el levantamiento liberal, afín a las revoluciones instigadas por Giuseppe Mazzini, en el Piamonte italiano.
La junta revolucionaria le ascendió a teniente.
En 1821 llega a Tarragona para integrarse en las filas del bando constitucionalista de Rafael del Riego estando a cargo de voluntarios catalanes.
Este militar se distinguió desde los años 1833 a 1840, batiéndose en favor de la reina Isabel II contra los carlistas, especialmente contra la partidas formadas por los generales Ramón Cabrera, a cuya órdenes de Evaristo Fernández San Miguel, el 31 de octubre de 1836, tomó Cantavieja, la capital carlista del frente del Maestrazgo,[2] y sus lugartenientes José Miralles el Serrador, a quién hizo levantar el asedio de Lucena del Cid[3] en 1837, Francisco Tallada y Forcadell, al cual venció en la batalla de Jérica el 15 de octubre de 1838.
[4] Comprometido en la conspiración urdida en Zaragoza contra la reina regente, se pronunció al frente de varios batallones.