Varios autores han expresado dudas sobre la objetividad del proceso,[2] que ha sido encuadrado dentro de la propaganda franquista,[3][4][5] aunque tiene valor como fuente bibliográfica.
[2] Como ha destacado Daniel Oviedo Silva, la Causa General no sólo sirvió para depurar las responsabilidades del enemigo, sino «que funcionó a su vez como herramienta propagandística para fijar un relato sobre los años republicanos, el conflicto y sus violencias».
[1] Lo que pretendía en realidad la Causa General era legitimar el gobierno del general Franco y justificar el golpe de julio de 1936 criminalizando a la República y a los que la habían apoyado.
Aireó y marcó en la memoria de muchos ciudadanos las diferentes manifestaciones del “terror rojo” durante la guerra civil.
[11] Varios historiadores han recurrido a los expedientes de la Causa General para sus investigaciones sobre la Segunda República Española y la Guerra Civil.