El catolicós (del griego antiguo: καθολικός katholikós), en ocasiones escrito como catholicós, es el líder de ciertas iglesias en algunas tradiciones cristianas orientales.
Se ha discutido si originalmente designaba a los ministros imperiales que ejercían el cargo de procurador general,[11] un oficio financiero o civil en el Imperio romano.
A finales del siglo VI o principios del VII, los catolicós georgianos afirmaron su independencia y aceptaron la ortodoxia bizantina; en adelante, la Iglesia ortodoxa georgiana experimentó las mismas evoluciones que la griega.
Los catolicós albaneses permanecieron unidos a la Iglesia armenia, con la excepción de un breve cisma hacia finales del siglo VI.
No se menciona ningún catolicós en Albania después del siglo VII.