Catedral de San Óscar de Copenhague

Posteriormente, fue el Imperio austríaco el que sirvió de patrocinador del catolicismo en Dinamarca.

Las obras fueron dirigidas por el arquitecto Wilhelm Wohlert, en una colaboración entre la Iglesia Católica y el Museo Nacional de Dinamarca.

Las ventanas de los muros laterales, originalmente sin decoración, fueron ornamentadas con vitrales entre 1885 y 1894.

El altar tiene un retablo austríaco de la Virgen María, pintado en Viena por Leopold Kupelwieser, y fue una donación del emperador Fernando I.

Esta obra pictórica busca plegarse al diseño original del arquitecto Hetsch.

Interior de la catedral.