Tras estudiar magisterio trabajó en varios lugares del País Vasco, pero por cuestión de salud se retiró a Estella, al amparo del clima más seco debido a los problemas respiratorios que tuvo desde pequeña.
[4] A consecuencia de un resfriado mal curado que tuvo cuando era niña, siempre sufrió problemas respiratorios.
Estudió magisterio en Burgos y perteneció a la primera generación de profesores vascos cualificados.
[5] Trabajó como docente en Oyarzun, Vidania, Amasa e Ituren, pero, debido a los problemas de salud, tuvo que buscar lugares con un clima más seco.
Así, de San Sebastián, donode vivió al principio donde sus padres, se trasladó a otras localidades del interior, como Pamplona, Auritz y Madrid.
[5] Pasó la etapa más larga de su vida, los últimos treinta años, en Estella.
[9]En euskera, en cambio, Kataliñ Eleizegi [10] o Eleizegi'tar Katariñe,[11] según la forma propuesta por Arana y Elizalde en 1910 para escribir los nombres vascos.
Esta última forma se ha reflejado, entre otros, en el catálogo de Koldo Mitxelena Kulturunea, en el que aparecen aparecen discos de Katalina Eleizegi bajo este título: Eleizegi Maiz, Katariñe, (1889-1963).
Recibió muy buenas críticas cuando la obra teatral se representó en público, entre otros, Toribio Alzaga quien la elogió de forma importante.
A pesar de haber sido premiada, publicada y representada, son muy pocos los ejemplares que se conservan en las bibliotecas.
Las protagonistas son la costurera Andre Susan (abuela) y Mady (su joven nieta).
[19] Es un drama histórico en tres actos, que se representó tras su muerte, pero nunca llegó a publicarse.
En esta obra se narra la biografía de la monja alférez Catalina Erauso.
[20] Se trata de un drama histórico en tres actos, que quedó sin terminar.
Katalina reunía estas condiciones: recibía una renta de sus padres y tenía su propia habitación.
Por ello, Katalina Eleizegi permaneció en el convento de Santo Domingo en los primeros días de Lizarra, y luego buscó allí protección, no sólo por ser creyente, sino porque un convento podía ofrecerle una protección que la sociedad no brindaba a una mujer como ella.