El Consejo de Guerra del rey Alfonso VI (1656-1667) le ordenó reforzar las defensas, y las almenas medievales fueron sustituidas por un nuevo parapeto.
Veiros fue la sede del Consejo hasta 1855, cuando fue abolido, siendo anexado en 1895 al de Estremoz.
El castillo fue objeto de una restauración general por parte del poder público en 1939.
La llave está en manos del Consejo Parroquial de Veiros.
En sus telas se rasgaron cuatro puertas, frente a los puntos cardinales, de las cuales quedan tres, las del Sur, Oeste y Norte, esta última en arco quebrado, de mayor envergadura que las otras.