Paulatinamente su importancia estratégica se fue reduciendo y a partir del siglo XVII quedó abandonado, arruinándose con el paso de los años.
Si nos basamos en la etimología de esta palabra (Salaín, Saliñán, saliñáns) podría ser el asentamiento primitivo de los primeros pobladores o el origen del pueblo de Villasobroso, donde hoy todavía existe un barrio que se denomina Saniñáns, limítrofe con otro que se denomina Vila Queimada, en el cual se conserva una fuente, conocida como Fonte da Vila.
Así diferentes historiadores retrasan su construcción a los siglos IX, X y XI.
Desde entonces se convirtió en un importante baluarte del sur de Galicia durante el medievo.
Por sus estancias pasó la reina Urraca, su hijo el rey Alfonso VII (que fue coronado en este castillo), y los Sobroso, familia propietaria del castillo, emparentados con el rey Alfonso IX.
Asediada por el conde de Traba y Teresa de Portugal, la reina supuestamente huyó por un pasadizo que la llevó hasta la ribera del Tea exiliándose a León, donde comenzó las negociaciones con el obispo Diego Gelmírez, hechos estos narrados en la Historia compostelana.
La fortaleza le fue otorgada a Pedro Ruiz Sarmiento, adelantado mayor de Galicia y señor de Ribadavia, por el rey Juan I, en el año 1379.
Tras sofocarse la revuelta, Diego García Sarmiento reconstruye el castillo pero poco después Pedro Madruga se apoderó de Sobroso, y lo perdió durante su cautiverio en Benavente (1477-1478).
Alejo Carrera organizaba actividades culturales y literarias; las más destacadas eran siempre, las jornadas celebradas en las vísperas de la noche de San Juan, se reunía con toda la intelectualidad gallega del momento.
El ayuntamiento realizó nuevas obras de restauración a partir del año 1995.
En la puerta situada en el este se encuentra un escudo de los Sarmientos y los Valladares.
Los muros llegaban a tener un espesor de metro y medio.
Presenta planta poligonal irregular y se divide internamente en dos andares.
Se ha convertido en un lugar en el que se ha recreado la vida medieval y una tradicional casa rural, con lugares dedicados a exponer la artesanía del lino (incluso se puede ver un batán), y otros oficios artesanales configurando un Museo etnográfico, además de un Museo del Traje Gallego y un centro de recuperación de la cultura popular.
El conjunto se denomina Centro de Recuperación e Difusión da Cultura Popular.