Su apodo, según el cronista Vasco da Ponte, deriva de combatir de madrugada, algo que no era habitual entre los caballeros medievales.Llegó a ser ordenado clérigo y alcanzó un destacado puesto en la curia diocesana tudense al ser nombrado canónigo de su catedral.Lo cierto es que relacionados ambos personajes y unidos probablemente en las guerras constantes, Sequeiros facilita el 25-11-1476, en Pontevedra cierta cantidad a Don Pedro Madruga, "Conde e Vizconde", como lo demuestra un recibo que se conserva en el Archivo de Santhomé -Vigo y por el que se desprende de este acuerdo que debieron llegar a tener un lazo tan cercano, que el Sequeiros se casó con Doña María Sánchez de Benavides, hija de Don Pedro Madruga, que llevó en su dote el Palacio y Quinta de Bufteo, con torre y anexos (hoy Santhomé, o Pazo de La Pastora, en Vigo).Es muy probable que ambos personajes conocieran los proyectos navales de descubrimiento Portugués ya que Pedro Correa fue casado con Izeu Perestrello, hija del famoso capitán Bartolomeu Perestrello, involucrado en el descubrimiento y colonización de las islas de Madeira y Porto Santo.La guerra irmandiña (1467-1469) eclosionaba y barría del panorama al poder nobiliar gallego.En 1478 Madruga fue secuestrado por su antiguo aliado, el conde de Benavente, quien lo mantuvo en cautiverio durante unos meses.Una vez finalizada la guerra entre Isabel y Juana, en 1479-1480, al quedar del bando derrotado, Madruga buscó defender sus territorios en Galicia ante la añeja intención usurpadora de sus enemigos sobre los feudos, derechos e iglesias monopolizadas por los Sotomayor en el Miño durante el siglo XV.Pedro Madruga ha pasado a la historia como un personaje muy controvertido envuelto en mitos y leyendas que perduran hasta hoy en día.Lo cierto es que por su poder, su relación política e influencia en las más nobles familias castellanas y lusitanas del siglo XV, aunado a su ejercicio como eclesiástico, es sin duda uno de los hombres más interesantes de su tiempo.[5] Los defensores de esta teoría aducen que, a consecuencia de su caída en desgracia por su apoyo a Juana la Beltraneja, Pedro Madruga habría fingido su propia muerte durante su viaje a Castilla y asumido, desde ese mismo momento, una nueva identidad, la de Cristóbal Colón.