Ribadavia

[1]​ Asimismo, dejaron a su paso numerosas construcciones como altares e iglesias.La región comienza a tomar gran relevancia en tiempos de los cristianos.[3]​ Prosperó en la villa una comunidad hebrea agrupada en torno a la denominada Porta Nova, atraída por posibilidades interesantes para sus negocios.La población judía alcanzó una gran densidad en Ribadavia y se presume que tuvieron una relevancia notable en la exportación de la producción vitivinícola por sus contactos en el norte de Europa.El Barrio Judío fue declarado monumento nacional y todavía conserva sus características del Medioevo.En el año 1386, los ingleses bajo el mando del duque de Lancaster invadieron y saquearon Ribadavia, quien pretendía el trono castellano por su matrimonio con una hija de Pedro I, pero encontró una tenaz resistencia popular.Tras un largo y épico asedio donde los burgueses resistieron más que los caballeros, los ingleses ocuparon la villa durante nueve meses antes de ser vencidos.Se cultivaba y destilaba el vino con tal perfección e intensidad por lo que alcanzó un enorme su prestigio internacional.En 1892, el mildiu y la filoxera volvieron a atacar las vides, por lo que las variedades autóctonas de la planta dieron lugar a otras más fuertes, pero de menor calidad.Así, el viñedo cedió protagonismo y calidad por lo que la alternativa ante la pobreza fue el éxodo.La agitación social se intensificó en Orense y Ribadavia, las capitales del agrarismo; las asociaciones agraristas de Ribadavia y San Paio fueron las más radicales con la estrategia de no pagar el foro.Está comunicada por ferrocarril, con Orense, Vigo, León, Valladolid y Madrid.La organización es muy completa llegando a editar su propia moneda, los maravedís, para la realización de las distintas transacciones comerciales que se pueden realizar durante la fiesta como son alquilar trajes de época, degustar diferentes comidas, tanto medievales como judías, o comprar distintos objetos de artesanía.
Iglesia de San Juan.