Actualmente la edificación está en ruinas y solo se conserva una pequeña parte de ella.
En su parte superior se alzan tres torres: la norte de planta circular en su origen, pasó a adquirir su actual forma rectangular al igual que la torre central.
La fortaleza presenta una clara división entre la zona superior o alcazaba y la zona inferior o albacara, en cuya parte este se ve delimitada por un largo lienzo de muralla rectilíneo mampostado.
Finalmente, con la conquista cristiana la ocupación continua hasta el siglo XIV.
En la Relación enviada por el Concejo de Villena a Felipe II en 1575 aparece esta descripción del castillo: Hay que señalar que este lugar ha sido ocupado en diferentes periodos, quizás debido a su situación privilegiada en altura que permite una fácil defensa y control del territorio.