Estaba formado por dos recintos amurallados, en el más bajo y amplio de los cuales se concentró la población civil hasta la conquista castellana, en 1486.
Existen en él restos de viviendas y un aljibe, excavado en la roca.
El otro, mucho menor, está excavado en la roca, aunque existen restos de una bóveda.
Hay, además, restos de una construcción no identificada con desagüe.
La primera mención a este castillo procede de Ibn al-Jatib, en el siglo XIV.