Castillo de Arándiga

El origen del castillo parece ser musulmán del siglo XI, pero sin embargo el primer documento que ha llegado a nuestros días en el que se le menciona, corresponde al año 1188, en el que el rey Alfonso II lo entrega en tenencia a Pedro Jiménez de Osca, quien realiza reformas menores sobre la construcción preexistente.

Posteriormente, ya en el siglo XIV, y con motivo de los conflictos castellano-aragoneses, se realizan una serie de refuerzos importantes en la fortaleza al igual que se realizaron en los vecinos castillo de Bijuesca y Berdejo, que han quedado reseñados en documentación fechada en 1357, 1361, 1363 y 1398, cuando se ordena específicamente al oficial real Pedro Crexençano la ejecución de la obras por parte del rey Martín I.

[1]​ Se trata de un castillo roquero, situado en una peña desde donde se domina la confluencia del río Aranda con el río Jalón, enfrente del castillo de Chodes.

Ajustándose al terreno, tiene una planta irregular y consta de dos recintos a diferente altura.

Del recinto inferior sólo se conserva un lienzo de la muralla.

Otra vista del castillo