Contaba con dos líneas de fortificación: un baluarte interior y una terraza inferior.
Actualmente se encuentra en ruinas y es de difícil acceso.
En el 997 resistió el ataque de las huestes de Almanzor, que intentaron tomar la plaza, sin éxito, junto con sus castillos hermanos de Luna, Gordón y Arbolio, que controlaban los valles que permitían acceder a Asturias.
A comienzos del siglo XI su tenente era el poderoso conde Fruela Muñoz, uno de los nobles más poderosos de su época.
La empresa no ha divulgado los resultados de las excavaciones.